divendres, 11 de març del 2016

Tiendas de barrio




Desde que la mujer se incorporó al mundo laboral con más fuerza tuvo que reorganizar su vida personal y familiar, adaptarse a nuevos horarios familiares. El trabajo obliga a la mujer a estar pendiente del reloj y el móvil, pensar en hacer la compra, recoger a los niños del colegio, ir a comprar... todo a la vez. El tiempo lo es todo para la mujer. Las grandes superficies y sus horarios son la solución. Puedes llenar el carro con todo lo que necesites sin excepción. También tenemos internet que desde casa o desde el mismo trabajo nos permite comprar con comodidad y te llevan la compra  a casa.


Con los años cambias de opinión y vuelves a las tiendas de barrio. Hay pocas pero las hay. Donde puedes preguntar y te prestan un paragüas si llueve. Vuelves a conocer a la gente, a que te saluden por la calle, que te pregunten como estás si hace días que no te han visto. Yo he vuelto a comprar en la bodega, en la droguería, en la panadería, en la perfumeria y sobretodo en la merceria de toda la vida. Donde te puedes sentir a gusto. La dueña es una persona agradable, atenta, tiene de todo, te aconseja, te da soluciones y tiene un gusto excelente. Con el día a día y los años han hecho que se convierta en una gran y verdadera amistad.    





  

1 comentari: